Amhara (en amhárico: አማራ ämara) es una de las diez divisiones étnicas (o Kililoch), de Etiopía. Está poblado mayoritariamente por la etnia amhara. Su capital es Bahir Dar.
Los veinticinco millones de amharas, aunque solo suponen una cuarta parte de la población de Etiopía, domina la política del país, situación a la que accedieron tras una larguísima sucesión de luchas intestinas entre los nobles provinciales. En otros tiempos, los señores feudales exigían a sus vasallos la prestación del servicio militar, en pos siempre de una supremacía que les daba derecho a título de “rey de reyes”. El último emperador, Haile Selassie, afirmaba descender de un linaje directamente emparentado con el rey Salomón y la reina de Saba. Es fama que la reina, atraída por la riqueza y sabiduría de Salomón, llegó con una gran caravana a Jerusalén, donde fue recibida con honores y agasajada. Cautivando por aquella mujer, Salomón cortejó a la exótica visitante, pero esta lo rechazó. Las diferentes versiones que explican cómo consiguió Salomón su propósito coinciden en dar como resultado el nacimiento de un hijo, Menelik. Años después este visitó la corte de su padre y obtuvo autorización para hacer una reproducción del arca de la alianza, al objeto de llevársela su país. Valiéndose de artimañas, el joven logró hacerse con el original y transportarlo a Aksum, donde fundó un reino, predecesor del imperio etíope. Esta leyenda y otras similares muestran un interesante aspecto de la historia etíope, como lo es la continua influencia de la lengua, cultura y civilización semíticas, sobre todo en los siglos inmediatamente anteriores y posteriores al nacimiento de Cristo.