Bosnia-Herzegovina
Bosnia y Herzegovina (en bosnio y croata: Bosna i Hercegovina; en serbio y bosnio cirílico: Босна и Херцеговина, translit. Bosna i Jertsegovina), comúnmente llamada Bosnia-Herzegovina, o simplemente Bosnia, es un país soberano europeo, con capital en Sarajevo, situado en la confluencia de Europa central y del sudeste europeo, y que limita con Croacia, al norte, oeste y sur; con Serbia al este; con Montenegro al este y al sur, y con el mar Adriático (solo 30 kilómetros).
En 1992 la antigua República Socialista de Bosnia y Herzegovina obtuvo su independencia como República de Bosnia y Herzegovina, como una de las seis unidades federales constituyentes de la antigua Yugoslavia surgida al final de la Primera Guerra Mundial, y tras la Guerra de Bosnia quedó constituida como república federal según los términos de los Acuerdos de Dayton (1995), que preveían su administración tutelada por un alto representante elegido por el Consejo de la Unión Europea. Su estructura es descentralizada y dividida en dos entidades: la Federación de Bosnia y Herzegovina y la República Srpska. Por el momento, no existe una fecha prevista para el fin del protectorado europeo sobre Bosnia y Herzegovina y la recuperación de su plena soberanía. Cabe destacar que Bosnia y Herzegovina es el único país de Europa miembro del G-77, grupo de los 77 más China.
Montenegro
Montenegro (en montenegrino: Crna Gora) es un país del sureste de Europa situado en la península balcánica, cuenta con casi 300 km de costa a orillas del mar Adriático. Limita por el norte con Bosnia y Herzegovina y Serbia; Albania por el sureste; Croacia por el oeste; y con Serbia y Kosovo por el este. Tiene una superficie de 13 812 km², en los que habitan 625 266 personas de acuerdo al último censo realizado en 2011. Oficialmente, y según el Artículo 5 de la Constitución de Montenegro, existen dos capitales oficiales: la principal y ciudad más poblada que es Podgorica, y la capital monárquica e histórica que es Cetiña, a la cual se le otorga el estatus de Antigua Capital Real.
Durante muchos siglos, Montenegro, como Principado de Zeta, fue gobernado por una sucesión de dinastías, obteniendo su estatuto internacional como nación independiente en el Congreso de Berlín (1878), convirtiéndose luego en un reino. Tras la Primera Guerra Mundial, Montenegro logró un acuerdo con Serbia para formar una federación que culminaría con la formación del Estado conocido como el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos y con el fin de la Segunda Guerra Mundial, dicho reino pasó a formar parte de la República Federal Socialista de Yugoslavia, en la que Montenegro permanecería hasta su disgregación en 1992.
Serbia
Serbia (en serbio: Србија, Srbija, ), de manera oficial la República de Serbia, es un país soberano, constituido en Estado social y democrático de derecho y cuya forma de gobierno es la república parlamentaria. Situado en la península balcánica, en el sureste de Europa, según su constitución limita con Hungría al norte; con Rumania y Bulgaria al este; con Macedonia del Norte y Albania al sur; y con Bosnia y Herzegovina, Croacia y Montenegro al oeste. Su capital y ciudad más poblada es Belgrado.
Serbia formó un reino medieval que evolucionó hasta convertirse en un imperio que alcanzó su máxima extensión en el siglo XIV. En el siglo XVI el territorio serbio fue conquistado por el Imperio otomano, al que perteneció hasta el siglo XIX, cuando Serbia recuperó su independencia y expandió su territorio. Tras el fin de la Primera Guerra Mundial Serbia formó junto con otros territorios balcánicos el Reino de Yugoslavia. Después de la Segunda Guerra Mundial pasó a ser parte de la República Federal Socialista de Yugoslavia, que terminó desintegrándose tras una serie de guerras en la década de 1990. Finalmente, Serbia se convirtió de nuevo en un Estado independiente en 2006, tras la disolución de la unión de Serbia con Montenegro.