Euskera

Euskera
El euskera, vasco o vascuence (en euskera batúa, euskara) es una lengua europea, ergativa y aglutinante que se habla principalmente en Euskal Herria. Existen además comunidades vascófonas en la diáspora vasca, especialmente en Europa y América. El euskera es oficial junto al castellano en el País Vasco y la zona vascófona de Navarra, mientras que en Francia no tiene estatus oficial. Lingüísticamente, es una de las pocas lenguas no indoeuropeas de Europa y es la única lengua aislada del continente.

El origen de los vascos es desconocido; aunque hay múltiples hipótesis al respecto, ninguna ha sido probada definitivamente. Su posible conexión con otras lenguas de la Europa prehistórica y sus características únicas han suscitado el interés de lingüistas y antropólogos de todo el mundo.

El euskera presenta una gran variedad lingüística y diversidad dialectal, sobre todo en la comunicación oral. Actualmente se distinguen cinco dialectos, tres en España y dos en Francia; estos presentan, a su vez, varios subdialectos. Estos dialectos tienen léxico, gramática y fonética propios, lo que hace que algunos apenas sean mutuamente inteligibles. No obstante, la inteligibilidad ha aumentado notablemente en las últimas décadas, debido a la mejora de las comunicaciones y la estandarización de la lengua.

El euskera ha adquirido bastante léxico de otras lenguas, especialmente del español y del latín y, en menor medida, del francés, pero, por su carácter aglutinante, también ha enriquecido su vocabulario mediante la derivación y la composición. A su vez, el euskera ha influido en las lenguas de la península ibérica (véase Sustrato vasco en las lenguas romances).

En 2016 el 28,4 % de los habitantes del País Vasco, Navarra y País Vasco francés eran vascófonos, unas 750,000 personas. Aproximadamente otras 400,000 personas, el 16,4 %, son vascoparlantes pasivos (entienden el euskera pero tienen dificultades para hablarlo). Así, el porcentaje de personas que hablan algo de euskera se eleva hasta el 40 % aproximadamente. El 93,2 % (700,300) de hablantes de euskera vive en España y el 6,8 % (51,200) restante en Francia. Existen también comunidades vascófonas en la diáspora vasca, principalmente en América. Desde las últimas décadas del el conocimiento del euskera ha aumentado, aunque su uso en la calle descendió ligeramente entre 2007 y 2017, situándose en un 12,6 %. El uso del euskera en casa, en general, es mayor que en la calle. La comarca con mayor porcentaje de vascohablantes es Lea Artibai, con un 88 % de vascófonos en 1996.

Los vascoparlantes no están distribuidos uniformemente, sino que se concentran en una zona geográfica continua. En esta zona, el euskera es la lengua autóctona y la lengua materna de gran parte de la población; en algunos núcleos el uso del euskera en la calle supera el 90 %; por ejemplo, Lea Artibai (Vizcaya), el Goyerri (Guipúzcoa), las Cinco Villas (Navarra) o Sola (Francia) son zonas donde el uso del euskera es alto o muy alto. El porcentaje de personas que entienden el euskera es de más del 40 % en Vizcaya y Guipúzcoa, en toda Álava excepto en algunas zonas del sur y oeste, en la zona septentrional de Navarra, y en Baja Navarra, Sola y el sur de Labort; de aproximadamente el 40 % en el sur y oeste de Álava, el enclave de Treviño y el Valle de Villaverde; y menor al 20 % en el centro y sur de Navarra.

Se desconoce cuál es exactamente el origen de esta lengua. Aunque léxicamente el euskera ha tomado una gran cantidad de préstamos de las lenguas romances (especialmente del latín y del español), mantiene una estructura gramatical única. Asimismo, muchos lingüistas han sostenido que el euskera tuvo una importante influencia en las lenguas romances, especialmente en las de la península ibérica (español, catalán, asturiano y gallego) y el occitano gascón. Existen cientos de topónimos de origen vascónico en La Rioja, Castilla y León, Cataluña, Aragón y Madrid.

Alrededor del año, el euskera se hablaba no solo en la totalidad de los territorios mencionados, sino más allá de sus actuales fronteras, ocupando un espacio geográfico delimitado aproximadamente por el cauce de los ríos Garona en Francia y Ebro en España. Desde entonces, lleva siglos en retroceso, desde el punto de vista geográfico, en buena medida debido a las divisiones administrativas del territorio, que llevó a su vez a la división lingüística del euskera (que hasta entonces estaba unificado) en dialectos o euskalkis, y a la falta de reconocimiento oficial o estatal, así como por su escasa literatura (que no surge hasta el ), que redujo en buena medida su difusión.

En Francia, el advenimiento de la Revolución francesa llevó a la proclamación de la igualdad de todos los franceses, lo que se tradujo en que todos los franceses tenían una única lengua: el francés, con la consiguiente falta de reconocimiento oficial del euskera y del resto de lenguas de ese país, que se mantiene hasta hoy día. En España, durante los siglos y buena parte del el Estado era centralista, por lo que el euskera carecía de reconocimiento. Durante la Restauración y parte de la dictadura de Francisco Franco, el uso del euskera en público fue estigmatizado y perseguido. A partir de la década de 1960, los esfuerzos por suprimir el euskera cesaron: el idioma volvió a utilizarse en educación, resurgieron las ikastolas y se dio un renacimiento de la literatura en euskera. Así, surge un movimiento que busca revivir el euskera y adaptarlo a los tiempos modernos, cuya máxima expresión fue la estandarización del idioma en un único conjunto de normas gramaticales y ortográficas: el euskera batúa, que es el que se utiliza en el ámbito administrativo, periodístico, literario, etc., aunque los dialectos siguen vivos en el habla cotidiana y muchos ayuntamientos han promovido la conservación de sus propias variantes dialectales del euskera.

España reconoce el euskera como un bien cultural que es objeto de especial respeto y protección. Ello, unido a la política lingüística del Gobierno Vasco, ha dado lugar a un gran aumento del número de hablantes del euskera, revirtiendo la tendencia histórica del retroceso. Actualmente, el euskera es lengua oficial y propia en el País Vasco y en la zona vascófona de Navarra. En Francia, la Constitución francesa establece que la única lengua oficial es el francés, aunque los distintos municipios que integran el País Vasco francés han tomado medidas en el ámbito de su competencia para conservar la lengua.
País
  • España
    España, también denominado Reino de España, es un país soberano transcontinental, miembro de la Unión Europea, constituido en Estado social y democrático de derecho y cuya forma de gobierno es la monarquía parlamentaria. Su territorio, con capital en Madrid, está organizado en diecisiete comunidades autónomas, formadas a su vez por cincuenta provincias; y dos ciudades autónomas.

    España se sitúa principalmente en el suroeste de Europa, así como también posee territorios en el norte de África. En Europa, ocupa la mayor parte de la península ibérica, conocida como España peninsular, y las islas Baleares (en el mar Mediterráneo); en África se hallan las ciudades de Ceuta y Melilla, las islas Canarias (en el océano Atlántico) y varias posesiones mediterráneas denominadas «plazas de soberanía». El municipio de Llivia, en los Pirineos, constituye un exclave rodeado totalmente por territorio francés. Completa el conjunto de territorios una serie de islas e islotes frente a las propias costas peninsulares. Tiene una extensión de 505370km², por lo que es el cuarto país más extenso del continente, y con una altitud media de sobre el nivel del mar, uno de los países más montañosos de Europa. Su población supera los 47millones de habitantes, aunque la densidad de población es reducida. Concretamente, la población durante 2021 se redujo en 65688 habitantes, llegando hasta los, tras cuatro años de subida. El territorio peninsular comparte fronteras terrestres con Francia y con Andorra al norte, con Portugal al oeste y con Gibraltar al sur. En sus territorios africanos, comparte fronteras terrestres y marítimas con Marruecos. Comparte con Francia la soberanía sobre la isla de los Faisanes en la desembocadura del río Bidasoa y cinco facerías pirenaicas.
  • Francia
    Francia (en francés: France, ), oficialmente la República Francesa (en francés: République française, ), es un país transcontinental que se extiende por Europa Occidental y por regiones y territorios de ultramar en América y los océanos Atlántico, Pacífico e Índico. Su área metropolitana se extiende desde el río Rin hasta el océano Atlántico y desde el mar Mediterráneo hasta el canal de la Mancha y el mar del Norte; los territorios de ultramar incluyen la Guayana Francesa en América del Sur, San Pedro y Miquelón en el Atlántico Norte, las Antillas francesas y muchas islas en Oceanía y el océano Índico. Debido a sus diversos territorios costeros, Francia posee la mayor zona económica exclusiva del mundo. Francia limita con Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Suiza, Mónaco, Italia, Andorra y España en Europa, así como con los Países Bajos, Surinam y Brasil en América. Sus dieciocho regiones integrales (cinco de las cuales son de ultramar) abarcan una superficie combinada de 643801km² y más de 67millones de personas. Culturalmente pertenece a la Europa latina. Francia es una república semipresidencialista unitaria con capital en París, la mayor ciudad del país y principal centro cultural y comercial; otras zonas urbanas importantes son Marsella, Lyon, Toulouse, Lille, Burdeos y Niza.

    Habitado desde el Paleolítico, el territorio de la Francia metropolitana fue colonizado por tribus celtas conocidas como galos durante la Edad de Hierro. Roma se anexionó la zona en el año 51 a. C., lo que dio lugar a una cultura galorromana diferenciada que sentó las bases de la lengua francesa. Los francos germánicos formaron el Reino de Francia, que se convirtió en el corazón del Imperio carolingio. El Tratado de Verdún de 843 dividió el imperio, y Francia Occidental se convirtió en el Reino de Francia en 987. En la Alta Edad Media, Francia era un reino feudal poderoso pero muy descentralizado. Felipe II reforzó con éxito el poder real y derrotó a sus rivales para duplicar el tamaño de las tierras de la corona; al final de su reinado, Francia se había convertido en el estado más poderoso de Europa. Desde mediados del hasta mediados del, Francia se vio inmersa en una serie de conflictos dinásticos con Inglaterra, conocidos colectivamente como la guerra de los Cien Años, y como resultado surgió una identidad francesa distinta. El Renacimiento francés fue testigo del florecimiento del arte y la cultura, del conflicto con la Casa de Habsburgo y del establecimiento de un imperio colonial global, que en el se convertiría en el segundo más grande del mundo. La segunda mitad del estuvo dominada por guerras civiles religiosas entre católicos y hugonotes que debilitaron gravemente al país. Francia volvió a ser la potencia dominante de Europa en el, bajo el mando de Luis XIV, tras la guerra de los Treinta Años. Las políticas económicas inadecuadas, los impuestos no equitativos y las frecuentes guerras (especialmente la derrota en la guerra de los Siete Años y la costosa participación en la guerra de la Independencia de Estados Unidos), dejaron al reino en una situación económica precaria a finales del. Esto precipitó la Revolución francesa de 1789, que derrocó el Antiguo Régimen y produjo la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, que expresa los ideales de la nación hasta el día de hoy.