Real brasileño

Real brasileño
R$
El real es la moneda de curso legal de Brasil y fuera de sus fronteras se le conoce como real brasileño. A partir de 2020, es la vigésima moneda más negociada en el mundo, la más cotizada en Sudamérica, la segunda en América Latina detrás del peso mexicano y la cuarta en el continente americano detrás del dólar estadounidense, el dólar canadiense y el peso mexicano. Está vigente desde el año 1994 cuando reemplazó al cruzeiro real. Su símbolo es R$, y su código ISO 4217 es BRL.

El real era utilizado como unidad monetaria de cuenta antes del cruzeiro, hasta 1942. Como solo se usaba el apócope del plural, todos lo conocían como réis 'real', plural reais en portugués, en consecuencia, réis. Después de sucesivos cambios monetarios (réis, cruzeiro, cruzeiro novo, cruzeiro, cruzado, cruzado novo, nuevamente cruzeiro y cruzeiro real), Brasil adoptó nuevamente el real en 1994, como parte de un proceso de reformas macroeconómicas e institucionales denominado Plan Real.

El éxito de las medidas aplicadas permitió derrumbar la inflación, por lo que el real se constituyó en una moneda estable para el país. El Plan Real fue implementado en el mandato del presidente Itamar Franco (1992-1994), que asumió tras la destitución de Fernando Collor de Mello (1990-1992). El ministro de Hacienda al momento de elaborar el plan era Fernando Henrique Cardoso.

El 1 de julio de 1994, se estableció una paridad de 2750 cruzeiros reais por cada real. El Banco Central de Brasil recibió e incineró 34 000 millones de cruzeiros reais. Encomendó 1500 millones de cédulas de real que valían 27 000 millones de dólares (un 90 % fabricadas en la Casa de la Moneda, en Río de Janeiro y un 10 % impresas en cuatro países). Fueron además distribuidos 900 millones de monedas, que pesaban un total de 2000 toneladas. El cambio le costó al gobierno 10 millones de dólares.

El Plan Real logró la estabilización económica del Brasil y catapultó a Fernando Henrique Cardoso a la presidencia en 1994, siendo reelegido en 1998 para un segundo mandato consecutivo. Aquel año, el real sufrió un fuerte ataque especulativo que provocó su devaluación en enero de 1999, pasando de 1.21 reales por dólar a superar los 2 reales por dólar en febrero de ese mismo año, lo que supuso una pérdida de valor en torno al 60 % en un solo mes. Posteriormente la moneda comenzó su recuperación, estabilizándose en una depreciación cercana al 40 % para mayo de 1999.

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